
(Groenlandia es la zona en rojo)
Experimentos realizados por Nicolas Dauphas, de la University of Chicago, han confirmado la naturaleza de algunas rocas encontradas en Groenlandia, las cuales podrían poseer la primera evidencia de vida sobre la Tierra.
Los microfósiles más antiguos conocidos, procedentes de Australia y no menos controvertidos, son de hace más de 3.400 millones de años. Los científicos han desviado ahora su atención hacia Groenlandia, donde podría haber pistas de actividad biológica incluso más primitiva.
La controversia alrededor de las rocas de Groenlandia procede de los cambios que sufrieron a lo largo de la larga historia de la Tierra. En su enterramiento, fueron sometidas a altísimas presiones y temperaturas, que modificaron completamente su química y mineralogía. Los científicos encontraron problemas para determinar si eran ígneas o sedimentarias.

La cuestión quedó finalmente resuelta con el uso de un espectrómetro de masas de última generación, instalado en el Field Museum. Con él se midieron con una alta precisión los isótopos del hierro preservados en las rocas de la costa sudoeste de Groenlandia y de la isla Akilia. Las variaciones en tales isótopos nos informaron sobre el tipo de proceso que formó cada roca, otorgándoles un origen sedimentario.
Ahora que sabemos que las rocas son sedimentarias, falta averiguar si efectivamente contienen evidencias de vida primitiva o no. Las primeras pistas, aunque circunstanciales, dicen que sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario